
Experta en Optometría Pediátrica y Terapia Visual. Cuidadora de la salud visual tanto de niños como adultos.
En todo el mundo, se prevé que la prevalencia de la miopía aumentará de 2000 millones de personas en 2010 a 5000 millones en 2050. Hoy desde Óptica Domenech, te contamos por qué es tan importante detectar y controlar la miopía a tiempo.
La miopía es un problema de la refracción que se manifiesta cuando el paciente percibe borrosos los objetos lejanos. La miopía se debe a que la imagen se forma delante de la retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o bien porque el ojo es más largo de lo normal.
En el caso de un ojo libre de miopía, la luz entra a través de la córnea, la pupila y el cristalino y se enfoca directamente sobre la retina, en la parte posterior del globo ocular.
Esto es lo que diferencia, principalmente, un ojo sin miopía de un ojo con miopía. La miopía, además, suele afectar a ambos ojos, aunque no necesariamente en el mismo grado.
Comúnmente, se conoce que el origen de la miopía se encuentra en variaciones biológicas del sistema visual. Esto hace que se produzca un fallo en la correlación entre los diferentes componentes del ojo (curvatura corneal, potencia del cristalino, longitud axial y profundidad de la cámara anterior).
Además de los factores que tienen que ver con la propia estructura del sistema visual (características del ojo miope) o de alguno de sus elementos, como la córnea, y que hemos señalado con anterioridad, la miopía puede estar causada por otras circunstancias:
Los síntomas que produce la miopía suelen presentarse desde la infancia. Y no sólo eso, sino que pueden aumentar con el paso del tiempo al producirse cambios en la graduación asociados al crecimiento.
Por norma general, la miopía tiende a estabilizarse a partir de los 18 años. Además, puede presentarse asociada a otros defectos refractivos, como el astigmatismo (astigmatismo miópico) y la presbicia o vista cansada.
El principal síntoma de la miopía es que el paciente ve claramente los objetos cercanos, pero percibe de forma borrosa y le cuesta enfocar los objetos que se encuentran a una cierta distancia.
Generalmente, se suelen distinguir dos tipos de miopía: simple y magna. ¡Vamos a explicar cada una de ellas!
Miopía simple
Se presenta en pacientes que tienen menos de 6 dioptrías La miopía simple es el tipo más frecuente. Es normal que se estabilice alrededor de los 18 o 20 años y no se puede prevenir, aunque sí debe ser detectada a tiempo a través de un examen visual completo.
Miopía magna
Miopía magna, alta miopía o patológica. Se da cuando la graduación del paciente supera las 6 dioptrías.
La miopía magna suele estar producida por una elongación excesiva del globo ocular. En algunos casos, este tipo de miopía avanzada puede derivar en cambios degenerativos asociados a la elongación excesiva del ojo, especialmente a nivel de la retina, comprometiendo seriamente la visión de la persona que la padece.
Las personas que padecen alta miopía deben realizarse revisiones periódicas para conocer el estado de su fondo de ojo.
El control de la miopía es importante porque si la miopía aumenta mucho, aunque corrijamos la visión, puede causar problemas serios de visión en el futuro.
El aumento de la longitud del ojo puede llegar a causar, con el tiempo, desprendimiento de retina o retinopatía miópica. A largo plazo, puede derivar en baja visión e incluso a ceguera.
Durante los últimos años, la miopía magna (miopía de 6 dioptrías o más) es la patología más frecuente entre los afiliados de la ONCE.
En Óptica Domenech controlamos tu miopía y su progresión para evitar problemas mayores en un futuro. No lo dejes para más tarde, una falta de revisión de tu miopía puede comprometer tu visión en un futuro. ¡Te esperamos en nuestro centro óptico en Pinós, Alicante!
Experta en Optometría Pediátrica y Terapia Visual. Cuidadora de la salud visual tanto de niños como adultos.