Cada vez más son las personas que quieren cuidar su salud visual, pero pocos saben cómo funcionan las gafas progresivas. 

Las gafas progresivas son el avance definitivo hacia una visión todoterreno para aquellos que padecen de presbicia, comúnmente conocida como vista cansada, aún si esta se combina con otros problemas como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. 

¿Cómo funcionan las lentes progresivas?

Para entender cómo funcionan las gafas progresivas, hay que comprender el concepto de que una misma lente puede corregir varios problemas a la vez. Las gafas progresivas son algo similar a una unión entre unas gafas de lectura y unas gafas monofocales para corregir la miopía o falta de visión en lejos. Por medio de un avanzado proceso de fabricación se obtienen unas lentes con diferentes zonas optimizadas de visión donde los cambios se realizan de manera progresiva.

Una lente progresiva se divide en tres zonas:

  • La zona de visión de lejos es la más amplia y está situada en la parte superior del cristal (es la zona que usamos para ver todo lo que está a más de 2 metros).
  • La zona de visión de cerca está en la parte inferior (es la zona que usamos para leer, coser, smartphones o tablets).
  • La zona intermedia, la transición entre entra la potencia de lejos y la de cerca, son las zonas de visión media (ordenador, salpicadero del coche, etc…).

¿Qué tipos de lentes progresivas existen?

Entre los tipos de lentes progresivas, podemos encontrar:

  • Progresivos de gama alta/personalizados: Tienen el campo de visión totalmente amplio, las zonas laterales también son amplias y la adaptación es mucho más rápida. Es un cristal que se adapta a los hábitos de uso.
  • Progresivos de gama media: El campo de visión ya no es tan amplio y las zonas laterales tienen un poco más de borrosidad.
  • Progresivas de gama básica: Este tipo de progresivos tienen un campo de visión nítido y limitado, es decir, que la adaptación es más lenta. Hay que girarse y mover más la cabeza, y nos da más sensación de balanceo. 

Lo ideal es tener un progresivo de gama alta, sobre todo si eres una persona que conduce bastantes kilómetros diarios, trabajas constantemente con un ordenador, o quieres realizar deporte con total libertad de movimiento.

¿Qué hay que tener en cuenta antes de comprar unas gafas progresivas?

Antes de hacerte con unas gafas progresivas, hay que tener en cuenta una serie de elementos. Como por ejemplo, contar con una graduación exacta y reciente para obtener unas lentes progresivas optimizadas para nuestra prescripción actual.

También tenemos que asesorarnos respecto al aspecto estético y técnico en el momento de elegir una montura, ya que no todas son aptas para adaptar unos cristales progresivos. Por ello, tendremos que asegurarnos de seleccionar una montura que se adapte perfectamente a esta necesidad.

Como recomendación, también aconsejamos elegir unas lentes que lleven un tratamiento antirreflejante, para añadir calidad a la lente y así mejorar nuestra visión.

En Óptica Domenech te asesoramos sobre cuál es la mejor opción para ti, a nivel técnico y estético. ¿Es hora de hacerte con tus gafas progresivas? ¡Pide cita en nuestro centro de Alicante!

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